VI subida de San Pedro el Viejo a San Úrbez de Nocito

06.10.2015 22:14

Tres de Octubre de dos mil quince. 

Hemos quedado antes de las 6:00 en la plaza de San Pedro para salir a las 6:00 en punto de la mañana. De momento salimos de Huesca 27 personas (23 chicos y 4 chicas), y se nos unirán dos más a lo largo del camino. Muchos, la mayoría, conocidos, de anteriores expediciones o de la "ruta de San Úrbez" que hacemos durante una semana en Abril cada año.

Abajo, salida en la puerta de San Pedro el Viejo, único templo donde se mantuvo el culto cristiano durante la Huesca musulmana.

La gente es puntual, y a cada uno se le da una vela, que será, una vez entregada en la capilla del santo en Nocito, el "vale" para la cena.

Son las 6:07 de la mañana cuando emprendemos la costanilla de Arnedo, la que nos llevará a la calle de los Santos Justo y Pastor (paso premeditado por una calle tan significativa el día de esta peregrinación), y de allí por la calle Desengaño a salir de la antigua "Osca" por La Porteta.

Desde La Porteta, por el parque Universidad, bajo la Ermita de Las Mártires, y a coger el antiguo camino de Fornillos y Barluenga junto al barranco de la Alfóndiga.

Es de noche, pero los frontales suplen la luz natural, y sobre todo no hay ni rastro de la lluvia que durante toda la semana vienen anunciando para la madrugada de hoy. Nubes sí, muchas, que nos impiden ver ni una sola estrella de momento... pero  buena temperatura para andar.

El ritmo es bueno y a las 7:30 ya estamos en el collado de Ortialla, el día todavía no aclara, dado lo nublado (aunque sin agua hasta ahora) y la hora. Los frontales han hecho un bonito y zigzageante juego de luces cuando subíamos la antigua calzada romana, con las luces de multitud de pueblos de la Hoya a nuestros pies.

Abajo, Ortialla, con las luces de Huesca al fondo.

Aquí primer punto para reagruparnos, aunque realmente el grupo no se ha estirado mucho y casi hemos llegado en fila todos.

Contactamos con el único tramo asfaltado del día, ya que la construcción de la presa de Montearagón, donde el Flumen queda represado, nos obliga cruzar sobre ella, relegando a la memoria de los que ya tenemos cierta edad, el antiguo camino que cruzaba por el "puente romano de Fornillos".

No es mucho trozo, y antes de darnos cuenta ya hemos pasado Barluenga y volvemos a dejar la carretera para coger la pista que acabará siendo al sendero antiguo que sobrepasa de manera genial la altura y escabrosidades del "grau de Barluenga"... pero antes, como digo, donde empieza la pista, siempre hacemos la parada para un primer bocado, más simbólico que necesario, puesto que un año de los primeros, quizás el primero o segundo, Make, residente en Ayerbe, trajo tortas del  pueblo, y nos supieron tan bien que ahora ya es una tradición.

Abajo, foto de grupo antes de acometer O Grau Barluenga.

Además, aquí se nos une otro chico más, con lo que ya somos 28 para acometer el paso del grau.

Abajo, en grau Barluenga. 

(Pulsar sobre la imagen para disfrutar de esta bonita foto.)

  

Antes de las 9:00, y tras las susodichas tortas de Ayerbe,  cogemos la pista nada más pasar Barluenga y seguimos por ella unos veinte minutos. En otros veinte minutos estamos en el Grau de Barluenga y con la ciudad de Huesca a nuestras espaldas, empequeñecida  por la distancia y la altura, pero visible por el sol que va rompiendo de manera contundente la niebla que por aquí hemos atravesado, descendemos suavemente a las proximidades de los campos de Ciano, donde se une, no solo el último de los componentes de la travesía, sino también un suculento almuerzo que nos repone, no para poder llegar a Nocito sin parar (si fuera necesario), sino para andar todo el día...

Abajo, bajando hacia Ciano, espectacular vista al fondo de la zona de Ligüerri entre las boiretas.

(Pulsar sobre la imagen para disfrutar de esta bonita foto.)

Son las 10:15 cuando todo el grupo estamos en Ciano a punto para las croquetas, tortillas de patata, pastelillos, empanadicos...y ya con la omnipresencia del tozal de Guara, que al poco de pasar el grau ha aparecido majestuoso y dominante de la sierra a la que da nombre.

Abajo, almuerzo en Ciano.

A las 11:15 - 11:30 emprendemos de nuevo la marcha, para seguir por la pista de Cuello Bail hasta encadenar el antiguo camino de la "gradera", por donde las gente de los pueblos de la zona (sobre todo Santolaria la mayor) iban a la zona de "la Matosa" a trabajar sus campos y a sus corrales.

A nosotros, nos sirve para poder enlazar con la pista que nos llevará al Mesón de Santolaria, disfrutando además de todas las increibles vistas que de la zona de Ligüerri nos brinda esta travesía de conglomerado.

Un trozo más de pista y llegamos al mesón, casi arruinado en su totalidad, pero que todavía es testigo de unos tiempos y unas formas que ahora parecen ancladas en la noche de los tiempos, pero que sin embargo son de ayer como quien dice. Son las 13:45 cuando damos con sus restos.

Abajo, foto de grupo, magnífica, en el mesón de Santolaria, con Fragineto al fondo. Maravillosa foto. El "sargento" Ballarín es el primero por la derecha según la visión del espectador.

Siempre hay una foto aquí, pequeño homenaje a un sitio olvidado en su propio recuerdo, y que con el pasar de los años y las travesías nos recuerda que llegará el día en que no veamos más que un "margüeño " de piedras en el suelo. Se encoge el  alma al pensar en ello. Esta peregrinación no será lo mismo el día que no podamos apoyarnos en sus antiguas paredes para hacernos la foto, aunque ahora solo sean paredes que a nada ni a nadie protegen ya.

Cuello Salillas esta cerca, pero nos obliga a subir la antigua cabañera. Allí vemos la "buchera roya" que indica el sitio donde se recuperaron las reliquias de los santos niños la primera vez que se intentaron robar... pero esto es otra historia.

De aquí al punto donde comemos, en Barranco Fondo, solo queda un descenso suave, que nos hace llegar al pequeño prado y el barranquillo a las 14:30.

Este año baja poca agua, y la fuente que hay aguas arriba de donde comemos nos obliga a tener paciencia a la hora de recogerla... y por ello a darle un poco más del valor que a veces nos olvidamos tiene el agua, máxime por estas sierras calizas y secas.

Estamos comiendo y descansando hasta las 16:00, y después de nuevo la última subida antes de Nocito, para ganar "Coronasora", y andar en descenso y llano, cruzando barranquillos hasta entrar en Nocito por el camino de los huertos, sobre las 17:30.

Parada obligada para saludar y tomar un trago en nuestros amigos de Ortas-Albás (gracias a Pilar, Luis y Piluca, porque siempre están allí, cuestión no fácil, y siempre con una sonrisa, más difícil aún).

A las 18:15 el grupo sale de Nocito, y a las 19:00 llegan al Santuario, donde ya unos cuantos se han adelantado para bandiar las campanas y anunciar al valle, a Guara y al santo que aquí estamos, después de trece horas por el monte, para rendirle nuestro saludo.

Abajo, en la puerta de la capilla de San Úrbez en San Úrbez de Nocito.

Desde por la mañana ya están el Prior, Alvaro, y el viceprior con su mujer, Félix y Pili, los que nos tienen un buen fuego encendido, además de haber preparado las mesas, para poder cenar todos juntos.

Pero siempre lo primero es sacar el "vale" de la cena, que cambian las vocales de vuelve "vela", la que depositamos en la capilla de san Urbez, y con una breve oración dirigida por el Prior, damos paso a la merienda-cena. El cansancio se disipar por la alegría de un día maravilloso, que nos ha permitido andar sin caer nada de agua, con un tarde luminosa y especial de temperatura... y los momentos compartidos entre amigos.

Abajo, en la maravilosa cocina tradicional de la casa de romeros en San Úrbez de Nocito, al calor del fogaril...

A las 21:00, después de la cena, nos reunimos todos, en las cadieras y sillas de la cocina del santuario, para tomar el café antes de que el autobús nos recoja para volver a Huesca.

P.D. El autobusero, pobra chico, era de nacionalidad bulgara, lo que unido a estas carreteras de la zona, ausencia de indicadores...llegó un poco tarde, por lo que a Huesca se llegó cerca de la medianoche, pero más que un aspecto negativo, hay que verlo como la oportunidad de estirar todavía más un día inolvidable. La prueba está en que mucha gente ya se apuntó para el año que viene, donde haremos la séptima  travesía, peregrinación, andada...de nuestra sede canónica en San Pedro, a nuestra sede espiritual, en el valle de Nocito.

Colaboración de Óscar Ballarín

 

"Excelente jornada la vivida el pasado sábado y mucho mejor narrada por el cronista, buen tiempo y muy buena compañía, aunque se echaron en falta las ausencias, en todo caso apuntar lo copioso, no solo del almuerzo, que a algunos nos impidió degustar el bocata de la comida por no haber hecho todavía hueco en el estómago, sino también de la cena, en la que no faltó tampoco café y pastas a discreción. La espera del bus nos permitió disfrutar de la noche estrellada sin apenas contaminación lumínica. Nos vemos el año que viene, si Dios y San Úrbez quieren."

Antonio Rico

 

 

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